No tenemos ejército, pero somos peligrosos al volante. Podemos ser muy responsables, pero casi siempre llegamos tarde a las citas y siempre necesitamos un tiempito más para terminar las cosas.
Tenemos un buen sentido de orientación, cosa obligatoria para cualquier costarricense, porque con nuestra forma de dar direcciones, cualquiera se perdería.
Tranquilos, aunque un poco desordenados. A veces con un aire de grandeza que se nos ha ido desinflando poco a poco, pero que esperamos recuperar. Somos del "hay pa'todos o hay patadas", mejengueros y fiesteros (aunque en esto último me diferencio un poco)
Y aunque ahora no estoy en mi país, sólo espero lo que todos los costarricenses esperamos, que Costa Rica, esté sólo pura vida!! Entonces, a trabajar por el futuro de todos, que nuestro pedacito de paraíso se lo merece. Vivan siempre el trabajo y la paz!!!!
Golfo de Papagayo, Guanacaste, Costa Rica (Foto, Luis Miguel Rojas Fernández)
