sábado, 20 de junio de 2009

¿Por qué confiamos en la ciencia?

Hace un tiempo, terminé de leer "La partícula divina" de Leo Lederman y Dick Teresi. El libro es excelente... trata sobre física de partículas, y hace una recorrido por el tema desde los griegos hasta los aceleradores de partículas de hoy. Pero este libro me puso a pensar sobre lo cruel que es la ciencia.

Al principio de todo, el ser humano era el centro de un mundo, entorno al cual giraba el universo. Había sido creado a imagen y semejanza de los mismos dioses y creía que su ser era fruto de un plan divino. Pero entonces la ciencia empezó a surgir..... y ¿en qué terminamos? Ahora sólo somos el fruto del azar, un juego de probabilidades que jugó a nuestro favor, y permitió que un diminuto planeta girara alrededor de un diminuto sol, en una galaxia común y corriente en un lugar totalmente común de nuestro universo. Un juego de azar, que permitió que en este pequeño planeta, se dieran justo las condiciones necesarias para que eventualmente, el ser humano hiciera su aparición. Es decir, la ciencia nos ha dado una bofetada en la cara, y hemos pasado de ser la pieza central en el juego de Dios (por más que Einstein afirme que Él no juega en las Vegas) a ser un accidente de la naturaleza.

¿Por qué entonces, si con cada avance de la ciencia, perdemos un poco de lo que creíamos grande en nosotros, confiamos tan ciegamente en el método científico? Mi opinión es que, de todas las creencias posibles, ya sean religiosas, políticas o científicas, la ciencia pura es la que siempre intentará llevarnos hacia la verdad...... y la verdad, como dicen, duele.

Pero, al mismo tiempo que nos damos cuenta de nuestra pequeñez, de nuestra insignificancia, en ese mismo instante, nos damos cuenta de lo grande que somos al descubrir la verdad. Al final la ciencia nos da la lección más grande.... sólo descubriendo cuán insignicantes somos... nos damos cuenta de lo verdaderamente grandes que podemos llegar a ser.... Tal vez por eso... es que confiamos en la ciencia