Recuerdo el primer día que vi Barcelona. No sabía que esperar. Varias personas me había dicho que era una ciudad preciosa, una joyita por decirlo así.No sabía que esperar, pero iba subiendo por la escalera de la estación de tren, para encontrarlo. Y luego lo supe.......
Mi visión fue la de una ciudad increíble y aún todavía, después de 7 meses, me sigue impresionando. Pero ya no son sólo los edificios, la gente o la Rambla. Ahora es todo al mismo tiempo, es esta conjunción de estilos, de arte, de formas y colores. Es poder estar en la montaña a las 4 y en la playa a las 5.
Es poder estar en el barrio gótico o la ciudad vieja y saber que si voy hacia la montaña, puedo
llegar al Passeig de Gracia, a Gaudí, al Tibidabo, pero que si voy hacia el mar, me encuentro la playita, el Colón, Montjuic.Es una ciudad pequeña, en comparación con otras, pero la fusión de todo es lo que me gusta. Es su ser cosmopolita, es poder escuchar gente hablando alemán, inglés, francés, español, árabe y catalán en una misma calle. Es su historia viva, que sin querer me muestra en cada esquina. Es poder caminar a las 12 de la noche con la misma tranquilidad que si caminara a las 3 de la tarde.
También son los buenos amigos que he hecho aquí, sus calles y callejuelas, sus plazas y sus parques. Sus museos, sus fiestas, su gente. Es todo y uno, es simplemente Barcelona.....
